Esta mañana, ordenando los cuentos que se nos acumulan en todos los rincones, pensé que muchos títulos modernos son como fábulas modernas para niños.
La fábula es un género que lleva con nosotros miles de años y que sigue con fuerzas para otros cuantos miles de años. Son historias que buscan transmitir un mensaje, por ejemplo promover un comportamiento específico. Por eso y por muchas otras razones las considero imprescindibles para todo niño, desde que empiezan a entender tramas sencillas en torno a los dos años hasta… hasta los 120 años.
Más que nunca, con este tipo de textos es importante trabajar la conversación de antes, de durante y de después de la lectura para indagar en los motivos ocultos y no tan ocultos de los personajes, las consecuencias, qué podrían haber hecho de otra forma… La conversación ayuda también a integrar los comportamientos positivos que el autor quiere transmitir.
Y hablando de integrar los comportamientos, déjame que insista en otro elemento recurrente de este blog: más historias son mejor que menos. Porque no podemos ir por la vida aplicando los aprendizajes de la tortuga y la liebre a todas las situaciones posibles. Podemos equipar a nuestros Peques con un repertorio amplio y variado de herramientas provistas por la literatura que se adapten en todas las circunstancias.
Se puede aprender en cabeza ajena (¡a través de los libros!) pero requiere una revisión atenta y repetida, y mucha reflexión.
Ventajas de leer fábulas con Peques bilingües (y con todos)
¡Hay todo tipo de razones! He aquí unas cuantas por las que todos deberíamos leer fábulas modernas para niños:
- a muchos niños les gusta que haya animales, de modo que facilita la invitación a la lectura
- las historias suelen ser cortas: no llegan a aburrirse y puede que hasta pidan un bis
- contienen diálogos, lo que ofrece tiempos verbales y construcciones sintácticas variadas
- es una herramienta probada de adquisición de vocabulario
- ¡a todas las edades! Este estudio investiga como los chavales adolescentes ejercen el pensamiento crítico analizando fábulas
- cada libro ofrece mucho valor: no solo porque se leerá muchas veces sino también porque los favoritos se recitarán de memoria y pasarán a ser recuerdos familiares.
Por qué buscar fábulas modernas para peques
La primera razón por la que me gustan las fábulas modernas es por su lenguaje y su forma de comunicar mediante las ilustraciones. Entra muy fácil. Sí que existen adaptaciones de las fábulas de Esopo muy buenas (aquí abajo he incluido una), pero a casi cualquier lector le toca más los escritos de su época.
Además, a nadie se le escapa que los valores cambian. Lo que se consideraba buena educación antes o incluso, la guía para garantizar la supervivencia ya no lo es. No pido dejar del todo las fábulas que nos enseñan a trabajar todo el verano para tener qué comer en invierno, o a desconfiar de la astuta zorra, por no hablar de las que son claramente machistas…
… pero a mí me gusta también buscar historias que nos hablen de valentía, de cooperación, de abrirse a los demás y de buscar nuestro propio camino. Cada historia puede ofrecer un enfoque distinto a situaciones de la vida cotidiana y nuestros Peques, y nosotros mismos nos beneficiaremos de una gran variedad de puntos de vista.
En todo caso, repito: más libros mejor que menos. No se trata de descartar para siempre las fábulas clásicas, sino de seguir incorporando a nuestra biblioteca historias nuevas.
¿Sabes perdonar de manera que salgan todos ganando? Si solo consigo recomendar un libro, que sea este. Es un libro perfecto, con animales, diálogo, amistad, desencuentros ¡y tarta!
A todos los Peques y mayores nos llega el momento en que tenemos que dar un paso para acercarnos a los demás. Cómo hacerlo sin dejar de ser nosotros mismos es la moraleja de esta historia.
¿Tienes miedo? ¿Vergüenza? No dejes que eso te anule. Sobre el derecho a hacer lo que más nos gusta, aunque no le guste a todo el mundo.
¿Puedes escalar el árbol más alto de tu jungla? Sobre ser valiente e independiente cuando se tiene una tribu que te vuelve a acoger siempre. Sobre ser al tiempo tribu e individuo.
Compartir es importante. Si no compartes… podrías perderlo todo. Afortunadamente, siempre hay una nueva oportunidad para volver a compartir.
Este libro es trampa: la fábula no es moderna, es muy, muy antigua… pero la versión de Jerry Pinkney es una de las grandes obras de la literatura infantil reciente. No tiene palabras, así que no te preocupes por la lengua de edición.
Confieso que la primera lectura me dejó escéptica, y es que siempre hay dos partes en toda relación. Un libro sobre compartir pero que puede levantar conversaciones sobre presión social e independencia.
Cómo la constancia y la persistencia son imprescindibles para alcanzar cualquier objetivo que valga la pena.
Todos los pájaros compran tarros de felicidad, cada uno tiene sus razones. Al fin y al cabo, la felicidad puede ser tan sencilla y humilde como un tarrito de cristal.
Otra historia sobre compartir y perdonar. No es extraño, es lo que más nos cuesta a pequeños y grandes.
Todos pasamos miedo alguna vez. El protagonista de esta historia no se deja amedrentar y pone su ingenio a trabajar.
Sobre escuchar a nuestros mayores pero también buscar nuestro propio camino: al final, cada «raya» en nuestro cuerpo cuenta una historia y recuerda a alguien con quien nos hemos cruzado.
Estas son solo algunas de las muchísimas fábulas modernas para niños que salen todos los años. Es sin ninguna duda un género que está conociendo una época dorada: todos queremos equipar a nuestros hijos con herramientas que les ayuden a ser felices. Si acaso, el peligro es acabar siendo demasiado moralizante y olvidar que los libros tienen que entretener, sobre todo a esta edad. En cualquier caso, ¡no será con estos títulos!
Foto de André SAAD en Pixabay