La semana pasada Sofía nos explicó cómo enfoca el método Montessori la introducción de la lectura y escritura. Hoy nos presenta algunos materiales Montessori y cómo se pueden utilizar y hacer en casa. Ponte cómoda y disfruta, porque en este post vamos a hablar de la canasta de objetos para ampliar vocabulario, las letras de lija y el alfabeto móvil para familiarizar al peque con los grafemas y más técnicas y materiales al alcance de todos.
Enriquecer el vocabulario

Canasta de objetos
La mente de tu pequeño tiene necesidad de palabras nuevas. Una propuesta Montessori para atender esa necesidad es la canasta de objetos. ¿En qué consiste? Es una pequeña canasta con 10 objetos que tienen un sonido puro (en español podríamos evitar al inicio sonidos como ch, ll o fonogramas como ce o ci; En alemán, ie, ch, eu, esc, st, au, pf; en inglés, er, au, wh, qu). Los objetos se deben cambiar constantemente para que tu pequeño conozca palabras nuevas y el material sea interesante. Le preguntas
«¿Cómo se llama esto?»
(señalando un objeto) el niño menciona el nombre, si no lo sabe lo reservas y haces lección de tres periodos.
Otras opciones: Puedes platicar sobre las cualidades de los objetos o colocar en la canasta cosas que se complementan por ejemplo: llave-cerradura. A su vez puedes preparar material con objetos que suenan parecido pero tienen significados distintos ojo – hoja.
El control de error del material recae en ti: si tu pequeño no sabe las palabras evita decir «así no se dice». Simplemente repite el nombre de la palabra de manera correcta.

Tarjetas con imágenes
Otra opción es hacer 10 pares de tarjetas de 20 x 20 cm con imágenes. El orden no es hecho al azar hay que recordar que a tu pequeño le ayuda primero manipular objetos concretos y aprender la relación objeto-nombre para que el siguiente nivel de abstracción sea una imagen.
Deberás cambiar las imágenes constantemente para mencionar el mayor número de palabras. Seguro que le encantará las historias que tienes para contarle sobre los animales, las plantas o también sobre lugares.
Las primeras presentaciones del material se realizan siguiendo el método de presentación que va de lo general a lo particular, así los niños podrán identificar “árbol – arbusto – flor”, para posteriormente seguir investigando sobre los tipos de flores “rosa-hortensia-geranio”, etc. También se puede realizar con animales, figuras geométricas, medios de transporte, etc.
Las tarjetas se deberán aparear, esto significa que el niño buscará las imágenes iguales y las juntará. El control de error lo observará cuando las imágenes no coinciden.
Al inicio, se debe procurar presentar todos los días actividades que permitan un acercamiento práctico a la lengua escrita. De esta manera, el niño logra identificar funciones como: obtener información, recuperar información, comunicarse a distancia, etc. (Ferreiro, 2001:119).
Otras presentaciones
- Contar historias o experiencias
- Ilustraciones en las paredes
- Poesía
- Cantos
- Juego de preguntas
- Calendarios
- Podcast para niños
- Juegos como Tonie Box, Cassettes etc
- Por supuesto la lectura de libros, pincha aquí para ver más ideas de libros.
Cada una de las presentaciones se realiza en orden, preparando previamente el material. Así, por ejemplo, al leer un libro se puede mostrar a tu pequeño como pasar las hojas del libro, resaltando aspectos como el autor y el título y cuidados generales como lavarse las manos antes de tocarlo para conservarlo y no ensuciarlo.
La armonía del ambiente es un aspecto clave. Montessori (1988: 131) afirma: Sostenemos que las escuelas tienen que ser instituciones donde se favorezca la belleza, que es sinónimo de condiciones de vida saludable. Las buenas condiciones de vida llevan a una forma bella, y el Método Montessori propone alcanzar semejante armonía.
Familiarizarse con los fonemas
El juego de yo veo
El juego del yo veo es una preparación directa para el análisis del fonema. En un ambiente Montessori puedes encontrar una canasta con objetos. Pero en casa puedes jugar prácticamente con todo. Y se juega así: “veo, veo algo en mi mano algo que empieza con el fonema m”. Tu pequeño deberán de encontrar ese objeto de entre varios que existen en su canasta. Dentro de la canasta se encontrará por ejemplo, una llave, una vela y una mesa pequeñita, entonces es cuando el niño recuerda que “mesa” comienza con el fonema “m”.
El juego del “yo veo” es particularmente importante, porque es la base del análisis fonológico de la palabra. Se empieza con el primer fonema, aumentando de dificultad mediante otras variaciones que podrían ser el último o todos los fonemas de la palabra. El discernimiento auditivo del fonema es el aprendizaje previo que el niño deberá adquirir para acceder al siguiente material.
No es necesario que identifique todos los fonemas, basta con los fonemas básicos como las vocales y algunas consonantes importantes; en el idioma español, por ejemplo, son “m, c, p, s”, ya que con estas letras los niños pueden escribir las primeras palabras.
Cada presentación tiene un punto de interés, en este caso es el sonido de los fonemas. Es necesario subrayar que antes de que el niño tome la primera letra como símbolo, ha tenido un entrenamiento previo para la decodificación fonológica de la palabra (Valenzuela, 2017), y un aumento en su vocabulario.
Es muy importante que observes el interés de tu hijo y que realices esos juegos en el momento indicado. Además que tenga los materiales a su disposición y los utilicé cuando tenga la motivación. La preparación que se ha efectuado con el niño responde a tres condiciones básicas para el aprendizaje significativo (Tünnermann, 2011):
- Los materiales tienen una estructura y secuencia lógica de lo general a lo particular, de lo sencillo a lo más complicado.
- Reconoces los conocimientos previos de tu hijo.
- Sabes que esta motivado para aprender.
Introducir los grafemas

Las letras de lija
Una vez que tu pequeño reconoce los fonemas es momento de pasar a uno de los materiales que en lo personal me parecen más bonitos: Las letras de lija.
Con este material preparas directamente a tu hijo para la lectura y escritura; es un paso importante para ir de lo concreto hacia lo abstracto ya que el niño puede tocar un objeto tridimensional (la letra) que posteriormente se convertirá en pura abstracción imposible de palpar en los libros. El material consta de una tablilla de madera con una superficie rugosa en forma de letra en donde tu hijo utiliza tres sentidos: la vista, el tacto y el oído.
Los niños identifican las letras mediante: el tacto al tocar la superficie áspera, el oído (previamente entrenado) al escuchar el fonema que la guía produce, y la vista. Tocar la superficie rugosa de la letra demanda intrínsecamente ejercicios de motricidad, pues requiere movimientos motores de coordinación fina necesarios para trazar la secuencia en la letra.
Existen muchos videos DIY para hacerlas con cartón y lija. Puedes comenzar con cualquier tipo de letra aunque en lo personal comenzaría con la cursiva. Las letras tienen una medida significativamente grande en comparación de las letras que se pudieran realizar en el renglón de un cuaderno, lo que requiere que el niño realice movimientos más grandes a la escritura normal. La motricidad necesaria para escribir comienza con trazos grandes que con el tiempo y madurez se irán reduciendo hasta caber en un renglón.
Las letras de lija deben ser presentadas en el momento clave, especialmente en el periodo sensible, es por ello que la observación del niño y sus intereses se vuelva tan indispensable.
“Debido a que algunos educadores han tratado de influenciar a niños mayores a través de las letras de lija, debe mencionarse que las mismas están diseñadas para ser usadas en el periodo de sensibilidad del pequeño al tacto y al sonido. Esto significa que son de poca utilidad después de los cuatro años”.
(Polk, 1977: 162)
Para presentarla tomas dos o tres letras y tocando la lija mencionas el sonido de la letra. Lo haces tú primero y después tu hijo. Después de que conozca las letras separadas podrán juntar letras para hacer sílabas. A esa actividad se le llama lección de conexión.

El alfabeto móvil
Después de que juegan una temporada con las letras y tu pequeño ya sabe el número suficiente para formar una palabra el siguiente material es el alfabeto móvil el cual consta de una caja con letras de tamaño significativamente menor que las letras de lija y con un relieve tridimensional. Este material contiene todas las letras del abecedario, repetidas varias veces (aproximadamente hay 10 de cada letra).
Con el alfabeto podrá construir palabras cortas conectando los sonidos formando algunas palabras, por ejemplo, mar, oso, sol, al inicio pueden formar palabras que no requieren de muchas letras. Posteriormente, podrá construir palabras con mayor grado de complejidad.
Este material no es utilizado para estimular la lectura o escritura, sino únicamente la producción mecánica de las palabras, frases y posteriormente oraciones.
El unir los símbolos en la mente como se requiere en la lectura, es una tarea demasiado difícil en esta etapa, y tampoco se le pide al niño que escriba con papel y lápiz.
(Polk, 1977: 163).
Con el alfabeto pueden trabajar niños de distintas edades, desde el pequeño de 3.5 años que logra escribir sus primeras palabras hasta el mayor de 6 que puede escribir oraciones.
Practicar la motricidad fina

Resaques metálicos
Paralelo a esos materiales de lectura se puede comenzar a trabajar la mano y por ende la escritura utilizando los resaques metálicos.
Los resaques metálicos constan de marcos de metal de diferentes figuras geométricas, círculo, óvalo, elipse, triángulo curvilíneo, tetrafolio, triángulo equilátero, cuadrado, rectángulo, pentágono, triángulo isósceles. Tú puedes crear tus propios resaques metálicos.
Utilizando ese material puedes mostrarle a tu hijo cómo trazar un contorno, así como diferentes tipos de rayas, resaltando el control de trazos. Mediante este material los niños pueden crear sombreados, distintos tipos de líneas o seguir un contorno; siempre buscando adquirir el control de la mano en el uso de los instrumentos de escritura. El propósito del material es desarrollar el control muscular de la mano, permanecer dentro de un contorno y desplazarse a través del papel con un movimiento controlado. También se observa la postura corporal del niño para sentarse correctamente en la silla, la cual debe ser adecuada a su tamaño.
“Las Figuras Metálicas Insertables completan la posibilidad de un salto hacia la escritura, porque el niño ya conoce las letras, puede componer palabras y oraciones, y tiene el control necesario de los movimientos de su mano”
(Polk, 1977: 165)
Alucinante, ¿verdad? Vuelve la semana que viene ver como nos metemos ya de lleno en el desarrollo de la escritura con el método Montessori.